Y que conste que no lo digo porque 38 grados me parezcan demasiado ni mucho menos. Ojalá nos cayeran durante julio y agosto, ya sería un respiro. Pero sí es cierto que este año nos ha cogido un poco de sorpresa este calor, y nos ha pillado aún con la ropa de entretiempo en el armario. Hemos pasado del pijama de franela al de pantalón corto. No os digo ninguna tontería, hace no más de 2 semanas aún apetecía ponerse de noche un poquito el braserito, y hemos pasado de sopetón a conectar el ventilador y el aire acondicionado (el que tenga la suerte de tenerlo). Llevamos 3 días tocando los 38 grados y los comentarios en la calle, aparte de hablar de esta maldita crisis, la gente habla de este cambio tan brusco de tiempo. Es cierto que la primavera en Córdoba es efímera, pero esto ya ha sido demasiado. No guardo en mi memoria ningún año en que el mazazo del calor haya sido tan brusco como en éste. Para los que nos gusta correr, es realmente sofocante hacerlo con estas temperaturas, las sensaciones son muy desagradables y parece que llevas dos plomos fijados a las zapatillas.
Afortunadamente nada es eterno, igual que pasará con la crisis, y estas tempeturas comenzarán a bajar para el fin de semana, y podemos ver caídas de más de 10 grados en las máximas, un cambio realmente bienvenido y que nos hará respirar algunos días hasta que definitivamente se instale sin piedad el calor tórrido y sofocante que ya no nos dejará hasta septiembre, salvo sorpresa. Incluso durante el fin de semana podía dejarse caer algún pequeño chubasco que nos hará recordar que aún estamos en primavera. y parece que al menos hasta primeros de junio no volveremos a las cifras actuales.
Pero entonces ya estaremos dentro de lo habitual.
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