Parece mentira que a primeros de Enero, cuando en teoría el invierno ofrece su imagen más dura, ya comiencen a atisbarse los primeros signos de la primavera, de la que nos separan aún más de 2 meses. Pero es que las temperaturas bastante agradables, sin heladas, hace que por ejemplo los almendros estén empezando ya a florecer en la zona de Trassierra, cuando aún las mimosas apenas dejan ver su manto amarillo con el que nos deslumbrarán a primeros de febrero.
Los pequeños pájaros ya comienzan sus escarceos amorosos y dejan oir sus primeros cánticos primaverales, quizá confundidos por una climatología excesivamente benigna. Hoy he tenido la oportunidad de escuchar los bonitos cantos de los verderones, verdecillos, jilgueros, trepadores azules, carboneros y los gorriones han comenzado a formar esos característicos "corros" en los que varios machos acosan a una sola hembra, que les pica y lo que aumenta aún más su excitación.
Recuerdo hace años que los primeros indicios del final del invierno se daban en febrero, cuando los verdecillos, esos pequeños canarios salvajes de nuestros campos ya habían estrenado su amarilla librea nupcial y comenzaban sus gorjeos cuando aún las heladas apretaban. Pero todas estas costumbres se van adelantando año tras año, e incluso hace algunos días pude ver una abubilla, algo excepcional tiempo atrás.
El fin de semana se presenta inestable en el noroeste y con cotas de nieve bastante bajas, que pueden cubrir de blanco gran cantidad de localidades de ambas castillas. Vamos a ver si por fin vemos las primeras imágenes de Zafrilla con ese manto blanco que aún se resiste.
A primeros de la semana que viene los cielos se nublarán progresivamente y parece que sí tendremos precipitaciones, acompañadas de una bajada importante de temperaturas, nada fuera de lo habitual para estas fechas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario