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sábado, 12 de diciembre de 2015

Se cierra la cumbre contra el cambio climático

Tras varios días de reuniones se ha dado por concluida la cumbre contra el cambio climático, la que se considera la primera cumbre con un acuerdo universal, pues la anterior celebrada en Kyoto no fue secundada por los dos países más contaminantes, China y USA.

Ahora sí ha habido un acuerdo refrendado por los 196 países que han asistido a la cumbre, y al menos hay una conciencia colectiva de que si continuamos así la Tierra va a sufrir muchos cambios en los próximos 100 años.

Muchos de los que ahora leemos esto no viviremos lo suficiente para ver estos cambios en su totalidad, pero tenemos que pensar en los que vienen detrás, en nuestros hijos y nietos que sí lo verán.

La idea inicial era no superar el límite de 2ºC hasta 2100 con respecto a la era preindustrial. Hay que tener en cuenta que ya llevamos un aumento de 0,74ºC desde entonces y los cambios que venimos observando son claros y evidentes. Incluso se harán esfuerzos por llevar ese aumento a 1,5ºC.

No tenemos nada más que analizar el año en el que estamos, el más cálido de la historia, y los más cálidos son casi todos del siglo XXI. Estamos casi llegando a la Navidad y el frío aún no ha llegado a nuestras latitudes.

Para ello todos los países deben poner medidas para mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, y en 2018 se hará una revisión de cómo va la cosa, haciendo un estudio sobre lo que supondrá un aumento de 1,5ºC. Se hará una revisión cada 5 años.

Además los países desarrollados tendremos que soltar 100.000 millones de dólares a partir de 2020 a los países en vías de desarrollo para que éstos logren estos objetivos y  cada 2 años deben decir cuánto van a aportar. La aportación de los países en desarrollo será voluntaria y deberán reorientar sus inversiones hacia fuentes bajas en carbono y hacia energías renovables.

La verdad es que yo soy pesimista en este aspecto, y ya hay voces que aseguran que en 2100 la subida de temperatura oscilará entre 2,5 y 4,6ºC. Y en 2200 podría llegar hasta los 8ºC.

Y soy pesimista porque el acuerdo que ha salido de esta cumbre pone el límite en los 2ºC, y esa cifra ya es una catástrofe, con un aumento del nivel del mar entre 28 y 43 cms, lo que hará que muchas zonas queden sumergidas en el océano.

Además con solo 2ºC los bosques colonizarían Groenlandia, el musgo y liquen desaparecería de la tundra ártica y la forma de vida de los indígenas árticos basada en las focas, el caribú o la pesca desaparecería definitivamente.

El deshielo irreversible de Groenlandia tendría efectos sin precedentes en la subida del nivel del mar. Ciudades costeras como Londres, Venecia, Nueva York, Boston, Xangai, Bombai, perderían la mayor parte de su superficie urbanizada. El clima estaría cambiando especialmente en las zonas mediterráneas y del sur de Europa desertizándose muchas zonas, pero también en el cinturón árido subtropical. Esto supondría incremento de incendios forestales, más erosión, más sequía y problemas de suministro de agua que incidirá también en el suministro energético.

Y si nos ponemos en un hipotético aumento de 6ºC estaríamos ante el Armageddon o día del Juicio Final, pues la vida en la Tierra desaparecería tal como la conocemos, quedando reducida a vida bacteriana y poco más.

Quizá lo mejor que nos puede pasar a los que no llegaremos a vivir mucho más de 2050 es precisamente el que no veremos cómo nuestro planeta va siendo consumido por un aumento de temperatura que no conseguiremos parar por muchas cumbres climáticas que hagamos.



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