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sábado, 18 de junio de 2016

Visita a la Cascada de San Pedro y los Ojos del Cabriel

Uno de los sitios obligatorios que hay que visitar cuando vamos a Zafrilla es la cascada de San Pedro, en el cercano pueblecito turolense de El Vallecillo.



No nos llevará más de media hora en coche llegar hasta este bonito sitio, donde el río Cabriel muestra su lado más salvaje en esta magnífica cascada. Lógicamente es mucho más espectacular visitarla en época de lluvias, ya que en verano, al disminuir considerablemente el caudal del río, no se aprecia en todo su esplendor.


Nosotros ya hemos visitado la zona bastantes veces, es una visita que no lleva demasiado tiempo. La ruta por la Fuente del Berro es la más corta. Para volver puedes hacerlo por el mismo camino, o bajar hasta la aldea de El Membrillo, y entrar nuevamente al término zafrillense desde el sur,por la aldea de La Hondonada.


 El lugar es sin duda impresionante cuando el Cabriel va bien cargado de agua. Este salto, de unos 12 metros, alimentaba un molino. Aún puede verse el acueducto desde la poza hasta el molino de San Pedro.


Cuando visito este lugar quedo impresionado por la fuerza del agua, su sonido y la combinación de colores, desde el azul hasta el verde turquesa, que cambian según la luz. También es posible ver arco iris ya que el agua queda pulverizada en un aerosol continuo que da a la zona un aspecto mágico. Respirar esta atmósfera de humedad constante es espectacular.
 
 
 Yo visité la zona por última vez la Semana Santa del año pasado, a primeros de Abril. El río recogía agua del deshielo y bajaba con un caudal importante. Sus aguas cristalinas plagadas de berros eran impresionantes.




A los niños se les  ocurrió la disparatada idea de meter los pies en un agua que superaba por pocos grados el punto de congelación. Si ellos lo hacían, Goyo y yo no íbamos a ser menos. Así que nos metimos todos.

Para los que nos gusta correr es bien sabido que la aplicación de frío tras haber corrido es una terapia excelente para prevenir lesiones y sobre todo como terapia antiálgica (contra el dolor). Es lo que se denomina crioterapia o terapia criogénica (subo una foto para el que no la conozca).



Es frecuente ver a jugadores de fútbol metidos en barreños de agua con hielo. Y lo más novedoso es tener una cámara de nitrógeno líquido, donde los deportistas de élite se introducen a temperaturas de entre 160 y 260 grados bajo cero. Eso sí, durante un máximo de 3 minutos, si no quieren tener lesiones por congelación.

La crioterapia reduce el dolor y la inflamación y acelera hasta un 20% la recuperación muscular tras un desgaste por una actividad física continuada.

Cuando me duelen rodillas, tobillos, después de correr, suelo ir al frigorífico y coger una bolsa de guisantes del congelador y aplicarla en los puntos dolorosos. La verdad es que calma un montón. Y en la ducha, un golpe de agua fría sobre las piernas es mano de santo.


Evidentemente aquí la temperatura no llegaba a los extremos del nitrógeno líquido pero os aseguro que el dolor que sentimos durante los 10 minutos que estuvimos metidos hasta los muslos en un agua a unos 5ºC de temperatura, era tremendo. Los niños aguantaron también  muy bien el tirón. Las mujeres, no tanto. Los gestos de dolor en nuestros rostros eran un auténtico poema.

La sensación era como si te estuvieran clavando un millar de cuchillos a la vez. La musculatura se nos enrojeció de tal forma que parecía que habíamos tenido una reacción alérgica. Sin entrar en demasiados detalles médicos, la tremenda vasoconstricción refleja que se produce va seguida de una vasodilatación que deja el músculo completamente hiperémico al salir del agua. Lo dejamos ahí.
Tras unos minutos nos quedó una sensación de placidez inmensa, sin ningún dolor.

Luego te puedes desplazar en dirección a El Vallecillo, y justo antes de entrar en la aldea, a la derecha sale un carril que acaba en un bonito mirador. Desde ahí se baja a pie bastantes metros, hasta el valle del recién nacido Cabriel, que podemos ver brotar de sus Ojos También hay una bonita cascada junto a ellos. Ya subí alguna foto de los ojos del arroyo de La Nava, que luego será el Júcar.

El verano pasado Goyo fue con los niños en Agosto a visitar San Pedro, y en esta ocasión se atrevieron a darse un chapuzón en la gran poza. La cascada era muy pequeña por el mínimo caudal que llevaba el río.

Aunque hacía una temperatura en torno a los 30ºC, tuvieron un valor enorme en meterse en unas aguas a la mitad de esa temperatura, con lo que el choque térmico fue brutal. A pesar de todo se dieron un baño y lógicamente salieron del agua con más frío que un chucho.

Debido a la hipotermia por la gran pérdida de calor y consecuentemente de calorías que pierde un cuerpo tan menudo como el de los chavales, junto con las tiritonas, al salir se comían las piedras.

Un buen bocadillo los puso nuevamente a tono.

Si este verano tengo la inmensa suerte de poder ir al pueblo, es muy posible que vuelva por la zona. Tengo pendientes algunas zonas que no he visitado, todas por la zona sur, que son muy bonitas, como el poblado de El Masegar y su ermita, Las Nogueruelas, La Hondonada y zonas próximas. Desgraciadamente casi todas están deshabitadas o habitadas temporalmente, como La Veredilla, pero seguro que merece la pena visitarlas y recordar cómo eran hace medio siglo.

Aconsejo una visita al que quiera ver una zona única. Mejor en primavera.

Pero no vayáis demasiados, no me gustan la multitudes.

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