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viernes, 22 de julio de 2016

Vuelta a la normalidad

Terminó definitivamente el episodio infernal de calima y polvo sahariano que nos ha traído por la calle de la amargura durante 2 días, con una noche que ha batido récords de mínimas más altas en muchas ciudades y pueblos peninsulares (como por ejemplo Madrid y Córdoba),  que ha provocado insomnio en multitud de personas, y que ha dejado escasas precipitaciones de agua cargadas de polvo del desierto que nos han dejado el coche hecho una pena.

Evidentemente los dueños de los lavaderos de coches desearían que esta situación se repitiera, porque han hecho su agosto a costa de los que han llevado el coche a lavar, que parecía que venía de un rallye de tierra por la cantidad de polvo y arena que tenía.

También es destacable la situación excepcional que se registró en la localidad de Benamejí, que quedará registrada para siempre, con esos 44,8ºC tras una precipitación de unos 5 litros/m2 y una racha de viento superior a los 90 km/h, que podría corresponderse con lo que se denomina "reventón cálido".

Aemet tiene un sistema de seguimiento de situaciones locales excepcionales, que incluso cualquier ciudadano aficionado a la meteorología puede reportar, y que pueden ser comunicadas para su investigación. Es lo que se denomina Sinoba , o sistema de notificación de observaciones singulares.

Las temperaturas mínimas de la madrugada del día 20, han llevado a certificar por ejemplo en Madrid el récord desde que se tienen datos (1920), con nada menos que 27,1ºC. Algo similar ocurrió en Córdoba capital con los 28,6ºC. En Rute registré una mínima de 26,9ºC, y habrá que esperar a la oficial de Aemet pero muy posiblemente sea efeméride también.

He hecho una búsqueda de temperaturas mínimas más altas en la Península y hay varios sitios en los que el récord está por encima de los 30ºC, sobre todo ciudades costeras. Varias noches megatropicales he vivido en mis carnes en la costa onubense, con humedades superiores al 70%, y mínimas rondando los 30ºC, y eso sí que era morir por Dios y por la patria. Recuerdo que mucha gente dormía en la misma playa porque era imposible hacerlo en los apartamentos.

Oficialmente parece que la mínima más alta la tiene Almería con 33,2ºC el 31 de Julio de 2001.

Y si nos vamos al resto del mundo, el Valle de la Muerte ostenta ambos récords, el de máxima más alta (56,7ºC) y el de mínima más alta con nada menos que 41,7ºC. Pero este es un sitio muy peculiar, un horno natural. Este récord es compartido con el aeropuerto de Khasab en Omán.

Tras estas estadísticas, es evidente que siempre hay algo peor, y lo que es también cristalino es que 5-6C son la diferencia entre una insufrible noche a otra bastante aceptable. Si ayer fueron 26,9ºC en Rute, por poner un ejemplo, hoy los 20,9ºC nos han permitido respirar. Parecía otro mundo.

Con esto quiero reseñar que es la misma diferencia que cuando las máximas oscilan entre los 35 y los 40 ó 41. Ambas temperaturas son muy calurosas pero hay grandes diferencias de sensaciones térmicas.

Y el cambio de vientos de componente este a oeste ha hecho disiparse poco a poco los nublados y calimas, y se ha refrescado mucho el ambiente. Las máximas hoy no sobrepasarán de la barrera de los 40ºC, lo que en estas fechas es casi una bendición. Y las mínimas en zonas del Ibérico han vuelto a ser frías, rondando los 5-6ºC, quedando las máximas en unos magníficos "veintipocos".

A partir del lunes comenzará una nueva escalada térmica. Como vemos esto es un vaivén continuo de subidas más o menos extremas y ligeras bajadas, y será la tónica veraniega. Pero parece que la situación de polvo sahariano no volverá, al menos por el momento.

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