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domingo, 13 de noviembre de 2016

Enlazando con el valle de La Veredilla

Este fin de semana la visita al pueblo de Goyo tenía como objetivo rematar definitivamente el proceso de enlace mediante antenas entre el Alto y el valle de La Veredilla, que por diversos motivos se nos está resistiendo.

El último problema fue la rotura del sensor termométrico justo cuando se iba a llevar a su emplazamiento final, lo que ha hecho que tengamos que comprar un nuevo sensor.

Antes de proceder al paso final de irse al tajo y ver si enlazaban ambas antenas, había que hacer bastantes cosas.

Para empezar, desmontar el nuevo sensor y realizarle la modificación o "brico", conectando en la placa el cable en el que luego se conectará la antena. Esto es un proceso muy delicado porque si se conecta mal no funcionará, e incluso podemos estropear el sensor.

Unas manos delicadas y con paciencia como las de Goyo son las indicadas para este tipo de cosas. Hay que hacer microsoldaduras y no es nada fácil, y dejarlo bien firme para que aguante los vaivenes a los que se tiene que someter.

Una vez sacado el "pigtail" o cola de cerdo con su correspondiente conector, hay que proceder a montar la estructura en su garita y conectar la antena. El mismo procedimiento hay que realizar en la consola, pero eso ya estaba hecho de antes.

Una vez todo montado hay que comprobar que la señal es recibida y comenzar a alejar consola y garita viendo el alcance obtenido.

Optamos por poner la vertical en el transmisor, ya que es específica para 868 MHz y nos parecía que rendiría mejor. Y la yagi la colocamos en el receptor, en la consola, pues realmente es una antena 3g que cubre la banda baja, entre 690 y 870 Mhz (que es la que nos interesa) de telefonía y la banda alta (2100 MHz). Yo soy más partidario de ponerlas justo al contrario, pero siempre se pueden invertir. Y digo esto, porque aunque la yagi tiene un ancho de banda mayor y no es tan específica como la otra, el tener una ganancia de 28 dbi ( posiblemente reales no sean más de 15 dbi), te da una potencia extra.

Goyo terminó de madrugada de realizar todo este tinglado y con acierto la dejó en pruebas llevando la garita hasta la fuente del tío Peseto. Esto lo hizo más tarde de la una de la madrugada.

En este mismo sitio probamos en verano con las antenas antiguas, más pequeñas y de menor ganancia, y no logramos que enlazaran. Al estar al mismo nivel de alturas los chopos se interponían y apantallaban la señal.

Evidentemente ahora también lo hacían, pues aún tienen bastantes hojas. Pero los 360 m que hay hasta la casa eran cubiertos a la perfección, se nota la mejoría. Cuando estén a distinto nivel la cobertura se ampliará mucho.

Por la mañana se abordó el traslado definitivo, que no es fácil porque la estructura pesa lo suyo y hay que llevarla en la baca del 4x4 sin dañarla. Pero Goyo lo hizo.

Tras plantarse en el alto, hay que colocar la antena receptora arriba y bajar con la estructura con cuidado de no matarse uno mismo y de dañar los elementos, muy delicados.

Finalmente se ha colocado a unos 500 m de la estación base, y la señal llega bastante bien, aunque a veces pierde recepción. En la próxima visita se afinará todo, y hay que moverla un poco más abajo y dejarla en el mejor sitio posible siempre que enlacen sin problemas.

No ha habido tiempo para mucho más, porque también ha habido que bajar al Collado Verde a echar un vistazo a la otra estación, que se había desconectado, pero no era nada grave. Estamos muy cerca de solicitar su acreditación y no queremos más fallos.

La paliza ha sido nuevamente de órdago. A mí me llevaban los diablos esperando noticias que recibía con cuentagotas, una espera infernal. Cómo he echado de menos estar en el ajo orientando antenas, con lo que me gusta el tema.

En la próxima visita es de suponer que se podrá completar definitivamente el traslado, y he dicho a Goyo que la Yagi la coloque en posición vertical para que coincida en polarización con la vertical de fibra. Ahora está en polarización horizontal y seguro que mejorará la captación de señal.

Un fin de semana muy intenso de trabajo para Goyo y lleno de emociones.

Enhorabuena por un gran trabajo.





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